San Mateo 22. 35 – 39
Introducción:
A
Israel le fueron dados los mandamientos para que vivieran bajo la ley, y por la
ley pudieran conocer su estado pecaminoso.
Y al
verse pecadores se apartaran así de todo lo que ellos vieran por la ley que era
transgresión.
Pero Israel
nunca en sus fuerzas humanas logró cumplir los mandamientos de la ley.
1. El que podía vivir conforme a la ley vivía, pero el que no, caminaba
bajo maldición:
Deuteronomio 27. 26 Levítico 18. 5 Gálatas 3.10 – 12
2. Ahora Dios vio que nadie podía cumplir los
mandamientos de la ley, ni Israel ni ningún hombre sobre la faz de la tierra. Y
por ello todos estábamos bajo maldición, por causa del pecado y por ende
destituido de la gloria de Dios.
Pero
Dios manifestó su amor.
San Juan 3.16 nos da a Jesucristo para
liberarnos de toda maldición del pecado.
San Mateo 5.17 -
Gálatas 3.13 - Romanos 10.4 -
Romanos13.10
Así que
¿Quién podrá amar a Dios con todo el corazón, alma y mente, y a su prójimo como
así mismo?
Nadie
pudo en sus fuerzas nadie podrá cumplir los mandamientos de la ley con
capacidad humana.
Jesucristo
pudo y no solo para cuadrarse o para estar bien con el Padre, no para tener
entrada al reino de su Padre, porque Jesucristo salio del Padre.
Jesucristo
cumple los mandamientos de la ley para justificarnos, y de esta forma
reconciliarnos para con el Padre.
“No
vino a abogar la ley sino a cumplirlas”.
3. La iglesia
¿Cómo debe vivir hoy?
En él que
vino a cumplir los mandamientos de la ley, esto es decir en Jesucristo.
Pablo
dijo: “Todo lo puedo en cristo”
Conclusión:
Cuando somos como casa en la roca.
Cuando somos como casa en la roca.
Cuando
somos como pámpanos en la vid.
Entonces
los mandamientos no son gravosos.
1 Juan
5.3
Pues éste es el amor de Dios, que guardamos
sus mandamientos; y sus mandamientos no son gravosos.
AMÈN….
Hno: Marco Bizama
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