sábado, 26 de julio de 2014

CRECIENDO EN TODO


 Efesios 4.13 – 16      Hechos 9.5 – 6

Introducción:

Cuando Dios nos llama él se muestra como la solución a nuestras confundidas vidas.
Saulo caminó extraviado de la  verdad hasta que es llamado por Dios camino a Damasco y preguntó “¿Quién eres Señor?”.
Todos hemos tenido un comienzo donde el Señor con su poder luminoso disipa nuestra oscuridad, y así nosotros como creyentes en el camino, y desde este punto de partida crezcamos a la unidad de la fe a la estatura de un barón perfecto, esto es decir Jesús.


1. Caminando como creyentes:

“Y creyó a Jehová y le fue contado por justicia”  Génesis 15.6
“¿Por qué dice la escritura?” creyó Abraham a Dios y le fue contado por justicia. Romanos 4.3

En este punto de vista Abraham creyó y le fue contado por justicia porque obedeció a la palabra de Dios.  Santiago 2.21 – 23.
Romanos 10.9  -  Romanos 10.14  - 1 Juan 3.23  - 1 Juan 5.13  - San Juan 8.31 – 32
Podemos ver que es de suma importancia el creer en el Señor y en su palabra, creer solo creer.


2. La necesidad de su presencia:

Aunque somos creyentes tenemos momentos tan abrumados y tristes que necesitamos consuelo, caricias del Dios en quien hemos creído.
San Juan 4.7 – 15  -  San Juan 15.26  -  San Juan 16.7
 Esto no debe estar como información en nuestro intelecto sino que esto debe ser una realidad en nosotros. El Señor mismo en nosotros acariciándonos, consolándonos y otorgándonos paz.
Salmos 86.1.17  -  2 Corintios 1.3 – 4
La presencia de Jesucristo en nuestras vidas debe ser nuestra constante compañía, consolándonos, acariciándonos, debe estar fluyendo como río por nuestro interior.
San Juan 7.37 – 38


3. caminando  como obedientes:

Cuando somos verdaderos creyentes y sentimos su presencia moviéndose como río por nuestro interior, ese mismo espíritu en nosotros, llevándonos a obedecer su palabra.
Mateo 7.24  -  1 Samuel 15.22
La obediencia a la verdad nos santifica. 1 Pedro 1.22


Culminación:

Como creyentes más teniéndole a él fluyendo por nuestro interior. Consolándonos y dándonos fuerza, él mismo nos llevará a la obediencia y así nos santificaremos creciendo en unidad a la medida de la estatura de Cristo, siendo uno con su palabra.




Amen…

Hno. Marco Bizama

No hay comentarios.:

Publicar un comentario