Introducción:
Cuando
Dios nos llama él se muestra como la solución a nuestras confundidas vidas.
Saulo
caminó extraviado de la verdad hasta que
es llamado por Dios camino a Damasco y preguntó “¿Quién eres Señor?”.
Todos
hemos tenido un comienzo donde el Señor con su poder luminoso disipa nuestra
oscuridad, y así nosotros como creyentes en el camino, y desde este punto de
partida crezcamos a la unidad de la fe a la estatura de un barón perfecto, esto
es decir Jesús.
1. Caminando
como creyentes:
“Y
creyó a Jehová y le fue contado por justicia”
Génesis 15.6
“¿Por
qué dice la escritura?” creyó Abraham a Dios y le fue contado por justicia. Romanos
4.3
En este
punto de vista Abraham creyó y le fue contado por justicia porque obedeció a la
palabra de Dios. Santiago 2.21 – 23.
Romanos 10.9
- Romanos 10.14 - 1 Juan 3.23
- 1 Juan 5.13 - San Juan 8.31 –
32
Podemos
ver que es de suma importancia el creer en el Señor y en su palabra, creer solo
creer.
2. La necesidad de su presencia:
Aunque
somos creyentes tenemos momentos tan abrumados y tristes que necesitamos
consuelo, caricias del Dios en quien hemos creído.
San Juan 4.7 –
15 -
San Juan 15.26 - San Juan 16.7
Esto no debe estar como información en nuestro
intelecto sino que esto debe ser una realidad en nosotros. El Señor mismo en
nosotros acariciándonos, consolándonos y otorgándonos paz.
Salmos 86.1.17 - 2
Corintios 1.3 – 4
La
presencia de Jesucristo en nuestras vidas debe ser nuestra constante compañía,
consolándonos, acariciándonos, debe estar fluyendo como río por nuestro
interior.
San Juan 7.37 – 38
3. caminando
como obedientes:
Cuando
somos verdaderos creyentes y sentimos su presencia moviéndose como río por
nuestro interior, ese mismo espíritu en nosotros, llevándonos a obedecer su
palabra.
Mateo 7.24
- 1 Samuel 15.22
La
obediencia a la verdad nos santifica. 1
Pedro 1.22
Culminación:
Como
creyentes más teniéndole a él fluyendo por nuestro interior. Consolándonos y
dándonos fuerza, él mismo nos llevará a la obediencia y así nos santificaremos
creciendo en unidad a la medida de la estatura de Cristo, siendo uno con su
palabra.
Amen…
Hno. Marco Bizama
No hay comentarios.:
Publicar un comentario